Halving 2024: Institucionalidad al ataque

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Social ProfitsEste artículo fue escrito por Daniel Arráez. Arráez es economista de profesión, trabajando en el entorno de criptomonedas desde hace 12 años. Co-creador y administrador de la primera comunidad digital de Bitcoin en Venezuela. Operador y director del primer exchange venezolano de bitcoin a Bolívares. Profesor universitario en el área de finanzas, estadías y criptomonedas.
En los números está la fuerza
Veintiún millones. Es el primer número que aprendemos en donde se basa la fortaleza de Bitcoin. Hay ciudades que tienen hoy en día más habitantes de los que alguna vez existirán bitcoins. Sin necesidad de mirar muy lejos, Sao Paulo en Brasil es una de estas entre las que resulta imposible que cada habitante reciba un bitcoin, de existir alguna fuerza capaz de ejecutar esa distribución arbitraria.
Cien millones es otro de los números claves de Bitcoin. Este representa los fragmentos en que puede ser divido cada uno. Por tanto, cien millones de fragmentos de bitcoin, o Satoshi, que es la forma más usual como se denomina esta cienmillonésima parte, hacen un Bitcoin. A lo largo de su evolución, el diseño matemático de Bitcoin lo ha convertido en el mejor depósito de valor. Quizás hoy la única especie monetaria deflacionaria del mundo, y que en sus escasos 14 años de historia su valor no ha dejado de apreciarse en el tiempo.
Y justamente es este diseño lo que nos presenta el siguiente número. Doscientos diez mil. Este es el número de bloques minados dentro de la red de Bitcoin que cada vez que se alcanza, la emisión de nuevos bitcoins se reduce a la mitad. Conocemos este fenómeno como ‘Halving’ y es la manera en que medimos los ciclos de Bitcoin. Y hoy estamos a escasos días de presenciar el próximo.
El fenómeno del Halving
Ante las expectativas de qué puede pasar en un nuevo Halving, creo que se hace necesario repasar qué ha ocurrido en los anteriores. El primero que experimentamos redujo la recompensa de bitcoins nuevos de cada bloque minado de 50 a la mitad. Un periodo que transcurrió desde que se lanzó la red en 2009, hasta noviembre 2012. Para este momento, bitcoin existía entre los cypherpunks, y no era sino un experimento interesante en el mejor de los casos. Un grupo de entusiastas de la privacidad y de la criptografía, consiguieron en Bitcoin una solución a uno de los problemas del dinero digital: transferir dinero de un usuario a otro, de manera privada, segura y sin un tercero de autoridad.
A partir del siguiente Halving, y a medida que se dieron a conocer las criptomonedas, hemos sido testigos en múltiples ocasiones de auges y colapsos entre los distintos sectores que componen el ecosistema de criptomonedas. Desde fraudes simples como ataques de man-in-the-middle, o esquemas ponzis para inversión; hasta fraudes más complejos como estafas de salida, o malversaciones. Cada ciclo hemos visto que al menos uno de estos eventos gana notoriedad.
Algo que llama mucho la atención del fenómeno del Halving es el efecto que tiene la recompensa del bloque sobre el precio. Las expectativas alcistas tienen su base en los mineros de Bitcoin. Que si no deja de ser cierto que en un inicio las actividades de minería podían realizarse en computadores ordinarios; hoy día es una industria especializada y concentrada. En esta industria no existen incentivos financieros para minar Bitcoin utilizando alguna tecnología distinta de ASIC (Application-Specific Integrated Circuits, o circuitos integrados para aplicaciones específicas, de su traducción al inglés), ya que ha demostrado ser la alternativa más eficiente en términos de costo y energía para acuñar bitcoins nuevos en lo que se refiere a la creación y difusión de bloques nuevos. Los costos operativos de los mineros deben ser compensados por los bitcoins obtenidos, y al reducirse los bitcoin nuevos por cada bloque a la mitad, el incentivo sobre el precio es fundamentalmente alcista.
El ataque institucional
No obstante, este ciclo tiene características distintas. Ya no es el agente económico o individuo quien está tomando el testigo en cuanto a criptomonedas se refiere. Ahora son las grandes corporaciones o fondos de inversión quienes están siendo protagonistas en los mercados cripto, y Bitcoin está siendo secuestrado institucionalmente por estas compañías que han sabido controlar y regular su uso.
No es casualidad que el nuevo agente de moda represente la mayor amenaza a la soberanía por el uso de Bitcoin. A inicios de 2024, los fondos de inversión recibieron la autorización regulatoria para lanzar un instrumento financiero denominado en Bitcoin. Los Exchange-Traded Funds (ETF, por sus siglas en inglés o Fondos Cotizados en Bolsa) permiten a los inversionistas diversificar sus portafolios de inversión, y tener exposición a Bitcoin sin necesidad de preocuparse por la custodia o los aspectos técnicos.
La cantidad de Bitcoin saliendo de billeteras individuales y fluyendo hacia monederos institucionales supera diariamente la cantidad acuñada en el total de bloques. El peligro de esta tendencia es que convierte a Bitcoin en un activo altamente concentrado en las manos de estos clientes institucionales. Si bien existe un impacto creciente muy marcado en términos de demanda, y esto influye de manera alcista en el precio de Bitcoin; el atractivo de Bitcoin como dinero verdaderamente libre, descentralizado y soberano se ve amenazado por la concentración.
Esto confiere un carácter ambiguo a los ETF en Bitcoin: Inversionistas buscando diversificar portafolios ahora plenamente regulados por las autoridades financieras con hambre de Bitcoin en mercados, resultando en un impulso alcista; al coste de la libertad, la descentralización, la seguridad y la soberanía. En mi opinión, un intercambio que debe ser revisado en el tiempo
Otro vector de ataque que puede repuntar durante este nuevo ciclo es el ataque gubernamental. Bancos Centrales, autoridades financieras y tributarias avanzan en legislaciones sobre Bitcoin, como si se tratara de una criatura estatal sujeta a regulaciones, restricciones y controles. El objetivo es desincentivar al uso de Bitcoin, y promover el uso de monedas emitidas por Bancos Centrales, tratando de emular los factores técnicos que dan ventaja a Bitcoin sobre las demás
Ya a nivel individual, los principales desafíos este halving son los mismos desafíos de los anteriores: desconocimiento, ignorancia y miedo al cambio por parte de los usuarios. Sí ya de por sí las teorías económicas son complejas y difíciles de entender para los estudiosos del tema; pertenecer a una generación en la que deja de ser una utopía la separación entre emisión de dinero y Estado causa rechazo incluso entre los entendidos de la materia.
Resistencia y resiliencia
Pero no todo el panorama es pesimista para estos próximos ciclos. La esencia de Bitcoin como dinero digital sigue manteniéndose vigente. Pese al secuestro institucional, el desarrollo actual está apuntando a soluciones de escalabilidad para traer bitcoin a las audiencias que más lo necesitan.
Recuerdo que, en 2018, conversando con un colega economista de avanzada edad, me comentó que había pasado toda su vida tratando de entender el dinero y la economía; y que Bitcoin más que asombro le producía miedo. Miedo de lo que significaría para los individuos hacerse responsable de sus finanzas, de su patrimonio, de custodiar su dinero. Miedo de que bitcoin cambiara los modelos económicos y las reglas de juego. Y son palabras que me resuenan tanto tiempo después, porque muchas veces como individuos tenemos apego por lo conocido así hayamos comprobado que no funciona, y rechazamos lo desconocido por miedo al proceso de aprendizaje.
Hoy veo que existen muchos más canales dedicados a la enseñanza. Que a diferencia de Halvings pasados, son más las voces que promueven y difunden Bitcoin como una alternativa al dinero fiduciario respaldado en una confianza a la figura de autoridad y el miedo al castigo. Bitcoin está calando en la sociedad moderna porque habla al individuo, lo empodera y lo capacita para que su acción traspase fronteras y se vuelva ubicuo como el internet. Y ya no son solamente los entusiastas los que buscan activamente Bitcoin; sino una sociedad global que se ha agotado de ser responsable por las malas decisiones financieras de terceros, que solo benefician a una élite.
De cara al próximo Halving algunas veces siento que no hay nada nuevo en el horizonte, y me sorprende descubrir y conocer gente increíble en cada ciclo, que sigue apostando a los valores de libertad, soberanía, independencia y propiedad.