“Lo hago porque no tengo ni un peso”: el lado b del furor por Worldcoin en Argentina
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Social ProfitsEn las últimas semanas, Julián y muchos otros vecinos de la ciudad de Bahía Blanca, ubicada en el interior de Argentina, se acercaron al viejo edificio de la extinta Bodega Arizu. En ese entorno del siglo pasado, la empresa Worldcoin ofrece el pago de una importante recompensa para los alicaídos bolsillos locales, a cambio de escanear los ojos de los voluntarios.
Luego de estar unos segundos frente a una esfera plateada con cámara incorporada, Julián recibe un equivalente de aproximadamente 50 dólares en tokens. “Lo hago porque no tengo ni un peso. Y esto es plata fácil. No hay otro motivo”, expresó después de completar el proceso.
Otro joven, Franco, de 20 años, también participó del escaneo de iris a cambio del activo digital WLD. Sin embargo, confesó que tuvo dudas al momento de proceder:
“Algo de temor me da. La verdad es que no tengo mucha idea de lo que harán con esto, pero también es real que hace varios años que le estoy dando mis datos personales a distintas plataformas virtuales sin que me den un peso”.
Franco tiene 20 años y se escaneó el iris para Worldcoin
Esta avalancha de interesados no es un caso aislado. Worldcoin instaló cerca de 250 puestos en toda la Argentina. Pero también es sintomático de cómo la visión de estos usuarios, cuyos testimonios fueron reproducidos por el diario La Nueva, refleja el pensamiento de muchos que no le dan un verdadero valor a sus datos privados.
La ausencia de una regulación es una de las grandes inquietudes respecto a este tipo de tecnología.
“Hoy por hoy lo definiría como un problema sociológico. Al no haber regulación al respecto, no se puede afirmar que se está cometiendo un delito”, precisa Carlos Chesñevar, doctor en Ciencias de la Computación y director del Instituto de Ciencias e Ingeniería de la Computación (CONICET-UNS).
El especialista subraya la singularidad del iris como dato biométrico. “No hay dos iris iguales, y esto es una ventaja para usarlo como sistema de identificación en un futuro no muy lejano”. Destaca también la precisión de este método comparándolo con la huella dactilar, por tratarse de algo “único e irrepetible”.
“Por sus características, hay 10 a la 78 combinaciones diferentes en el iris, esto equivale a un 1 seguido de 78 ceros. Es un número gigantesco equivalente a la cantidad de átomos del universo conocido, mientras que las combinaciones posibles de huellas dactilares es un número muy inferior, que se aproxima a 6 a la 13 (60 billones, equivalente a un 6 seguido de 13 ceros)”, precisó.
Desde este punto de vista, el especialista añadió que es prácticamente imposible que el iris que uno tiene se repita en otra persona del planeta Tierra, y por eso este tipo de biometría puede disminuir la posibilidad de fraude.
“Es altamente probable que los organismos o instituciones avancen hacia el escaneo del iris como medida más eficaz para el registro de una persona, porque sería mucho más confiable que la huella dactilar”, remarcó.
Las controversias detrás de Worldcoin
Worldcoin y su novedoso proyecto global son objeto de controversia en todo el mundo. La empresa utiliza hardware biométrico avanzado para emitir un ID, o pasaporte digital, sin requerir otro tipo de información personal.
El dispositivo utilizado para reunir esta información sensible es el reconocible Orb, al que se prestaron Julián y Franco en Bahía Blanca, y la aplicación World App.
Según explicó la compañía, su proyecto “no pretende recoger ni almacenar datos biométricos, sino que utiliza la información para demostrar la unicidad y humanidad de una persona, crear un documento de identidad mundial (World ID)”.
La polémica principal gira en torno a la sospecha de que la compañía podría estar comprometiendo la seguridad de los datos recopilados. Esto se debe a la dificultad de sustituir o desvincular estos datos de la identidad personal, aun cuando se intenta anonimizarlos y utilizarlos con fines comerciales y de seguridad.
La alerta también se detectó en otros países de la región. Jaime Delgado, abogado peruano y defensor del consumidor, enfatizó el riesgo inherente al intercambio de la identidad biométrica por una compensación monetaria mínima, lo que consideró como peligroso.
“El vender, el iris de tus ojos por unos centavos o la identidad biométrica, es como si estuvieras vendiendo tus órganos”, alertó el especialista, quien además cuestionó que no existe garantía de que en el futuro se pueda usar esa información para otros fines, ya que se “vendió” a Worldcoin.
Otro experto, el ingeniero en sistemas especializado en inteligencia artificial Lennin Cenas, señaló sobre las consecuencias de seguridad que supone el uso de datos biométricos y cómo los ciberdelincuentes pueden aprovecharse de ellos. «Mi recomendación es tajante: no ceder los datos biométricos a ningún proyecto», enfatizó.
Como reportó Criptonoticias, en países como España y Portugal, entre otros, las autoridades ordenaron suspender las operaciones a Worldcoin debido a la falta de claridad sobre el uso de los datos.
En la provincia de Buenos Aires, la compañía tecnológica enfrenta imputaciones serias. Según el Ministerio de Producción del gobierno local, la empresa ha sido acusada de contener “cláusulas abusivas” en sus contratos de adhesión. En las últimas inspecciones de las autoridades, se detectaron contradicciones en la información proporcionada por la compañía.
Tras la intimación, la empresa no respondió de manera satisfactoria e incurrió en contradicciones, como en cuanto al escaneo de datos biométricos de menores», señaló uno de los reportes.
La Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP), uno de los organismos especializados en la regulación de datos en Argentina, resolvió abrir una investigación independiente sobre cómo Worldcoin maneja esta información personal.
En cuanto a las posibles consecuencias, la empresa podría enfrentar una multa de hasta 1.000 millones de pesos argentinos (aproximadamente 1,1 millón de dólares a cotización oficial) por presuntas violaciones del derecho a la identidad y la privacidad.