Paul Krugman: “Dejen la obsesión con la inflación y preocúpense por la recesión”
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Social ProfitsEn Estados Unidos, la política monetaria de la Reserva Federal (FED) se ha centrado en controlar la inflación. Una estrategia que han logrado llevar adelante a través del aumento de las tasas de interés. Esto ha derivado en promedios inflacionarios de 2,5% en los últimos meses.
Sin embargo, la mayoría de la atención se ha centrado en la inflación, llegando al punto de ser una obsesión para las autoridades monetarias de EE. UU. Esto de acuerdo con el premio nobel Paul Krugman, para quien es hora de enfocarse en otra amenaza para la economía estadounidense: la recesión.
En una columna, el economista estadounidense explicó que es difícil saber si los movimientos en las tasas de inflación representan “un cambio real o solo ruido estadístico”, sugiriendo así que ese fenómeno económico está bajo relativo control en EE. UU., incluso con los leves repuntes de inicios de año.
Recordando que en abril de 2024 la inflación estadounidense cerró en 2,7%, el economista sostiene que es posible que la inflación haya regresado al “objetivo tradicional (pero arbitrario)” de la FED, de un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 2%.
Para Krugman, quien fue galardonado con el premio nobel de economía en 2008 (el año de la última gran crisis financiera en Estados Unidos), “la inflación realmente no parece que deba ser una preocupación importante en este momento”.
Cuidado, que viene la recesión
Ahora, dice, “empiezo a preocuparme un poco por una desaceleración económica” producto de la presión de los tipos de interés, que se han mantenido por encima del 5% desde hace casi un año.
Aunque Krugman señala que “no hay nada por ahí” que haga entender que una recesión económica es inminente, “hay pajitas en el viento”, es decir, es posible que esto llegue a ocurrir.
Explica, por ejemplo, que el gasto de los consumidores ajustado a la inflación cayó ligeramente en abril. También, que el sector manufacturero evidenció debilidades en su desarrollo.
“Todavía no estamos hablando de alarmas, pero el equilibrio de riesgos ha cambiado claramente”, indicó el nobel de economía.
“Así que es hora de dejar de obsesionarse con la inflación, que cada vez más se parece al problema de ayer, y comenzar a preocuparse por la posibilidad de una recesión”, señaló Krugman.
Seguidamente advirtió que la fortaleza de la economía estadounidense “finalmente comienza a erosionarse bajo la presión de las altas tasas de interés”. “Así que sí, creo que la FED debería empezar a recortar los tipos de interés, y pronto”, sentenció Krugman.
La alerta de Krugman sobre la posible recesión en EE. UU., se da una semana antes de que la FED anuncie sus decisiones en torno a las tasas de interés. Un evento que causa incertidumbre entre los inversionistas y empresas financieras, debido al importante impacto que tienen estas políticas para la dinámica económica.
En caso de que la FED decida no recortar las tasas y mantenerlas en el nivel actual, entre 5,25% y 5,50%, aproximadamente, el escenario de recesión planteado por Krugman podría tomar mayor protagonismo. Ello, si se toma en cuenta que hay más de 60 bancos estadounidenses en riesgo de quiebra. Y justamente la decisión sobre los tipos de interés juega un rol importante en sus destinos.
Como informó CriptoNoticias, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) de Estados Unidos indicó recientemente que hay 63 entidades financieras dentro de la Lista de Bancos Problemáticos, en donde resaltan instituciones que están al borde del colapso ya que tienen debilidades financieras, operativas y de gestión.
Históricamente, las quiebras bancarias han sido indicios de recesiones en muchos países. Esto se debe a que los bancos juegan un papel crucial en la economía, ya que son intermediarios. Cuando una institución de estas colapsa, se puede provocar un efecto dominó en la economía.
Bitcoin, la solución
La posible debacle económica que podría gestarse si uno o más bancos estadounidenses cierran sus puertas producto de las decisiones de política monetaria de las autoridades, hace recordar a bitcoin (BTC), el mayor activo digital del mercado, el cual no sufre de estos males.
Debido a su descentralización, BTC no está a merced de políticas monetarias impuestas por los gobiernos. Por lo tanto, no se rige por aumentos o recortes de las tasas de interés. Tampoco se debe a decisiones que suelen derivar en crisis financieras, como la impresión de dinero.
Aunque su precio en el mercado sí se ve influenciado por las decisiones de política monetaria, como los tipos de interés o medidas contra la inflación; BTC es una moneda que, distante del dólar, no atraviesa embates económicos, como la depreciación, que son provocados por políticas estatales.
Es así como bitcoin se perfila como un auténtico activo de valor para los estadounidenses, cuya moneda nacional, el dólar, puede pagar los platos rotos de la posible recesión vaticinada por el nobel de economía Paul Krugman.
En su lugar, BTC apunta a seguir creciendo y robusteciéndose como resguardo de crisis económicas, tal como ha sido reconocido por grandes empresas financieras, como BlackRock y Fidelity.
Aunque para Krugman no es tanto así. La postura del economista ha sido de crítica contra este activo digital. En 2022, él aseguró que BTC «se acercaba a su extinción». Corría entonces el mercado bajista y BTC cayó a mínimos de USD 16.000. Dijo también en ese entonces que la tecnología de Bitcoin era «inútil». Aunque claramente se trató de una visión personal que no valoró los beneficios reales de bitcoin para las personas.