Milei no es bitcoiner pero habla como si lo fuera: «los impuestos son un robo»
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Social Profits«Subir los impuestos es un robo», es una de las frases que pronunció el presidente de Argentina, Javier Milei, en una entrevista con el diario La Nación de este 19 de febrero.
«Cuando vos entendés que los impuestos son un robo, la gente no paga voluntariamente», agregó el mandatario durante la entrevista, señalando además que, en la actualidad, está trabajando fuerte en una reforma tributaria que no eliminará los impuestos, a pesar de su rechazo al sistema fiscal.
Se trata de un anuncio que ha sido cuestionado por sus opositores porque, para muchos, se contradice con sus propuestas de campaña, que prometían eliminar el pago de impuestos.
No obstante, Milei se defiende aclarando que las medidas se pondrán en marcha “solo mientras se cumple con los objetivos planteados en cuanto a obtener superávit fiscal durante el transcurso del presente año”.
«Hay un Estado que yo voy a trabajar para achicar. Y en esa transición esa plata, que a la gente le cuesta tanto pagar, hay que cuidarla y hay que hacerla rendir”, acotó Milei tratando de explicar que no ha cambiado sus planes.
Tal como han difundido los medios de comunicación locales, el Ejecutivo informó su plan de reforma al Congreso Nacional en un texto en el que propone la reinstauración del “Impuesto a las Ganancias para asalariados”. Una reforma que comenzaría a regir desde el año próximo.
“Durante el transcurso del año 2024 el Poder Ejecutivo Nacional presentará una reforma integral del sistema tributario con el fin de simplificarlo, lograr un aumento de la base de contribuyentes registrados e ir reduciendo la presión fiscal a partir del 1° de enero de 2025 en adelante”, señala el texto.
Hasta ahora no se conocen mayores detalles sobre los principales aspectos a reformar, pero se sabe que Milei apoya el plan, muy a pesar de no estar de acuerdo con los impuestos.
“No quedan dudas de que el Estado Nacional se encuentra obligado a balancear sus cuentas fiscales, debiendo para ello apoyarse dos pilares fundamentales: la reducción de gasto público y la recaudación impositiva”, señala el texto enviado al Congreso.
Para lograr ambas metas, el plan de Milei es comenzar con la eliminación de los impuestos, pero de forma paulatina. Esto, para ser coherente con la ideología libertaria que profesa y que fue la bandera que lideró su campaña electoral.
«Como libertario que soy, desde mi punto de vista el Estado es una organización criminal violenta, que vive de una fuente coactiva de ingreso llamada impuestos», ha afirmado el mandatario en varias ocasiones. Esta es una afirmación que se vuelve curiosa porque ahora viene de un gobernante y no de los que son lejanos al gobierno.
La crítica a los impuestos desde la perspectiva libertaria
Esta visión de Milei en relación con el Estado y su sistema fiscal suele ser manejada en varias filosofías de economía política. La misma es cónsona con las ideas libertarias que dieron soporte al surgimiento de bitcoin (BTC). La moneda digital destaca por un carácter anti-censura, que defiende la libertad financiera y el empoderamiento de las personas a nivel monetario.
Para los libertarios, al igual que para los bitcoiners, el problema fundamental con los impuestos es la desconfianza en la forma cómo los gobiernos manejan los recursos financieros. Y lo hacen con un dinero que proviene en su mayoría de lo que pagan los ciudadanos, tal como apunta el presidente argentino.
Desde la perspectiva libertaria, los impuestos son parte del sistema que se impone desde los gobiernos para controlar a los ciudadanos, quitarle el producto de su esfuerzo y evitar que opongan resistencia.
«Toda extracción de riqueza que bajo el título de impuestos haga un gobierno a sus ciudadanos y no sea aplicable a la consecución del bien común será equiparable a un robo», opina al respecto el abogado mexicano Luis Pazos en su libro titulado ¿Por qué los impuestos son un robo?
Se observa así entre los libertarios la tendencia a desconfiar del Estado, principalmente debido a la falta de transparencia fiscal y de correspondencia entre los impuestos que se reciben y los indicadores de impacto para los ciudadanos. En consecuencia, de la misma forma en que lo hacen los bitcoiners, se promueve que cada persona tenga libertad plena para manejar su dinero de forma independiente.
Ahora, con Milei, es que esa idea de resistencia fiscal que sentó algunas de las bases conceptuales más importantes para que se diera la explosión que dio nacimiento a bitcoin, esté surgiendo desde un presidente. Esto, aun cuando, según lo tradicionalmente establecido, debería ser un acérrimo defensor de impuestos, sin importar cuánto le reste a los ciudadanos.